17/3/17

Poema de Bibi Albert


CARTONERAS DE ARENA

No tenemos casa
pero juntamos piedras y conchillas,
inevitablemente.

Una porque el yodo la bordó,
otra porque es igual a la de Compostela,
ésa porque la sal la pulió hasta ser de seda,
aquella por su color crepúsculo.

No tenemos dónde, pero sí con qué,
y el con qué es el instinto
de anclar el viento,
aunque sea de a pequeños
engarces nacarados.

Alguna vez
escribí que no me daba cuenta
de que sí tenía casa, de tanto juntar piedras,
y que sólo me faltaba armarla,
como a un rasti que industrializa Dios.

El poema era largo,
lo recuerdo profuso y trascendente,
pero se me perdió entre cuadernos sucumbidos
en quién sabe qué caja
de ésas en que muero de a pedazos, de a lotes.
E intentar reconstruirlo
me parece traicionarlo.

Alguien lo encontrará, lo juntará con éste,
dirá que me repito.
Y es verdad, me repito.
Porque no tenemos casa
pero insistimos en juntar las piedras, siempre, siempre.
Las mismas piedras de la misma playa
de las mismas nosotras y el mismo no tener.

Cirujas soberanas de este reino
del que nadie nos echa y sin embargo
volvemos derrotadas a aquella realidad que sí nos echa,
tal vez porque se asusta
de tantas piedras
que llevamos en las manos.


© Bibi Albert

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...



Ay! ¡Qué tremendamente bello que es este poema que te lo escuché decir en un café literario! ¡Qué tremendo!


Beso grande,

Alicia Márquez

18 de marzo de 2017, 13:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bibi me siento esa soberana de ese reina de los sin casa...aunque viva bajo un techo
Graciela Licciardi

18 de marzo de 2017, 13:50  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Siempre es un placer leerte, Bibí. Abrazo a la distancia.

18 de marzo de 2017, 17:05  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Profundamente cierto, muy bien esructurado y desarrollodo, BRILLANTE.

19 de marzo de 2017, 9:49  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

qué hermosa metáfora de la vida !!!!
gracias

20 de marzo de 2017, 18:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

hermosa ciruja! hay que seguir juntando los sueños de a puñaditos.
Un abrazo

claudia tejeda

22 de marzo de 2017, 10:53  
Anonymous Pauli ha dicho...

Conmovedor. Yo tambièn junto piedras para anclar el viento.

22 de marzo de 2017, 12:52  
Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Y ni decir que donde vaya vuelvo con piedras de a montones, tal vez edifique "mi casa" con ellas.
!genia!

Besosss

25 de marzo de 2017, 18:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

hermoso Bibi,"jubtando los sueños de a puñaditos"
flora

31 de marzo de 2017, 9:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...


La casa como símbolo de la presencia de la mujer en el mundo, aún de aquella a las que solo les queda juntas pedruscos, moldearlos, hacerlos a su gusto, en su necesidad de anclar en su viaje constante,
Gracias
Walter Mondragón

1 de abril de 2017, 10:15  

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