15/3/17

Poema de María Ángeles Pérez López


[El vértigo]

El vértigo, la elipsis del poema,
su modo de caer desde el oído
al territorio oscuro de los nombres
es una ausencia roja y calcinada,
la falta en la que el cuerpo se desquicia
y siente la espontánea desazón
del quiste atravesado como un palo,
ganglioma en el que cede la salud
y trae su perturbada partitura
de antílopes y peces diminutos.
También de las noticias cotidianas:
una mujer que corre en los pasillos
y deja su alarido y su centeno
pegado a diez centímetros de corte
(el hacha siempre guarda su inocencia
primera y reluciente en su furor),
las dos niñas siamesas con un solo
inmenso corazón por compartir
que niegan el principio solitario
de que hay un corazón en cada cuerpo
y sin embargo así no sobreviven,
estampas convencidas de los dioses
y una alegría seca y esquinada
porque hoy también el sol prendió su antorcha.
El vértigo, la elipsis del poema
arranca una luz rota de sí mismo
y comparece absurdo, imprescindible
cuando el beso se vuelve insuficiente
y viene el corazón con su tormenta
a traer las animalias de la noche
que arrancan y devoran los olivos,
la grana en que reside nuestro fuego,
aquella como torre de timón.



© María Ángeles Pérez López

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Imágenes fuertes que hacen aun más bello al poema
Graciela Licciardi

18 de marzo de 2017, 13:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

hermoso!!! saludos mariangeles!!!
Mariana Vacs

19 de marzo de 2017, 0:45  

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